de coralina otoñal
y una amorosa estación
de pájaros, invaden mi hogar.
Compruebo que me encanta.
Andar sola y por
parajes desérticos,
ver caer la lluvia y que
golpee mi ventana,
percibir el murmullo
de las golondrinas lejanas,
oír el lastimero
canto del mar,
con mis palabras
apaciguar la guerra,
deambular de brazo
con la oscuridad,
olfatear el intenso olor
a caña y limonaria,
dormir la siesta con
olor a luna,
intimidar a mis miedos
con mis silabarios,
estar cerca al corazón
de la montaña,
hablar de cosas indecibles
y de voces inaudibles.
Caminar a ciegas,
para ver dónde nace
el canto de los pájaros.
Al caer la tarde,
beber vino para ver
cómo se desgrana la noche.
y en medio de la penumbra…
Estar contigo a solas,
para que en mi cuerpo,
escales a Venus
y pueda sentir que
a tu lado, me bebo
¡el universo entero!.
Toma del libro "Alma Desnuda"
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