sábado, 4 de septiembre de 2010

Olor a Vino

De sol a sol vienes a mí
con tu olor a vino y ámbar;
haciendo que mi corazón espere
el milagro de la primavera.

Y anoche, en mis
sueños, te he visto
como un hermoso fantasma,
alto, blanco y prendido a mi alma.


Al amanecer,
y bien despierta, te he visto
como el ansiado príncipe,
de mis cuentos de hadas.



Esta tarde,
he anhelado, poder acariciarte
de cabeza a los pies
y entrar en tu corazón,
para resurgir en cada
gota de tu ser.


Ahora,
estoy deseando poder sembrarte
como un árbol en mi cuerpo
para colmarte de mi fresca savia
y así, poder convertirme,
en tierra para los dos.

¡Ay Dios mío!... Qué hermoso
es sentirme enamorada,
pero me da miedo el hastío
que me queda en el alma,
cuando el hechizo pasa.




Tomado del libro "Alma Desnuda"

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